En 1995, la UNESCO
proclamó el 23 de abril «Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor». La
celebración de este Día, que suscita cada vez más adhesiones, dejó claro desde
el principio cuán importante ocasión supone para reflexionar e informar sobre
un tema que requiere especial atención.
Hoy lo celebran millones de personas de más de cien
países, reunidas en centenares de asociaciones, escuelas, organismos públicos,
colegios profesionales y empresas privadas.
El Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor ha
servido para atraer a la causa de los libros y del derecho de autor a gran
número de personas de todos los continentes y orígenes culturales. Ello les ha
permitido descubrir, valorar y explorar muchas vertientes distintas del mundo
editorial: el libro como vehículo de valores y conocimientos y como depositario
del patrimonio inmaterial; el libro como puerta de acceso a la diversidad de
las culturas y como instrumento de diálogo; o el libro como fuente de ingresos
materiales y obra de creadores protegidos por el derecho de autor. Todas esas
facetas del libro han sido objeto de numerosas iniciativas de sensibilización y
promoción que han surtido efectos reales, aunque no por ello haya que dejar de
trabajar con el mayor empeño.
Desde el año 2000, el Día Mundial del Libro y del
Derecho de Autor ha inspirado otra iniciativa de las organizaciones
profesionales que recibe la ayuda de la UNESCO y el apoyo de los Estados:
Capital Mundial del Libro. Cada año se elige una ciudad que obliga a mantener,
a través de sus propias iniciativas, el impulso de las celebraciones del Día
hasta el 23 de abril del año siguiente.
En los últimos años, el Día Mundial ha demostrado
que puede ser un potente símbolo para el lanzamiento de operaciones de apoyo
importantes, en particular en América Latina y África.
Actividades realizadas en
nuestro Centro Educativo por tan Importante Celebración:
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